jueves, 5 de octubre de 2017

Estudiante de Universidad de Occidente de Huehuetenango crea el primer invernadero inteligente en el país.

¡BUENA GRAN NOTICIA PARA LA HISTORIA DEL DEPARTAMENTO DE HUEHUETENANGO!

El medio de comunicación impreso "Nuestro Diario", publicó hoy, en el suplemento Occidente, en su página número 8, el que se ha calificado como un buen artículo noticioso cuya imagen se adjunta y que fue redactado por la Licenciada Jackeline Agustín.


El mismo constituye un registro hemerográfico muy importante, dado que consigna un hito importante en la historia del desarrollo tecnológico nacional, tanto en el ámbito informático, la electrónica, las telecomunicaciones y las ciencias de la computación, como en el entorno de las ciencias agrícolas y su impacto en la elevación de la productividad y calidad de alimentos, en un marco de administración productiva armónica con la conservación y mejoramiento de los recursos naturales y el ambiente. Esperanzador horizonte para la reducción del hambre en nuestra especie.



Por lo tanto, no se trata de solamente una gran noticia, sino de un conjunto de muy buenas, grandes noticias, que nos animan como comunidad humana.


La elevación de la productividad agrícola resultante significa que en un futuro muy, pero muy cercano, contaremos con mayor cantidad de productos alimenticios naturales, con sabores más intensos, deliciosos; debido a que por las condiciones controladas con precisión de equipos electrónicos -que ahora se diseñan y fabrican acá en Huehuetenango a partir de este esfuerzo pionero en su género-, se hace posible la manipulación de condiciones de temperatura, iluminación, humedad, fertilización y demás factores para acortar los ciclos de producción y subir las especificaciones de acuero con los requerimientos de los clientes, utilizando menor tiempo. Los resultados extraoficiales de algunos diseños experimentales, muestran que es posible que una sandía de alta calidad, que en condiciones normales, requiere de un tiempo de 4 meses de cultivo, con ésta tecnología acorta su ciclo a solamente un mes, con la consecuente reducción de costos y accesibilidad para más personas. En otras palabras, esperamos más abundancia de productos con sabor más delicioso, más nutritivos, saludables y más baratos para todos.


Se facilitará y acelerará los procesos de investigación, experimentación y desarrollo en diferentes ámbitos de la Ciencia, dado que las aplicaciones no se limitan solamente a la agricultura, sino van más allá de la imaginación de cada persona, al grado que muchos sueños y utopías, no lo serán más, sino se tornarán en realidad concreta, lo que llevará a la abundante generación de conocimiento sistematizado en proyectos y tesis científicas a nivel de licenciaturas, maestrías y doctorados, dado que los resultados de diseños experimentales complejos, que anteriormente podían conocerse luego de varios años, ahora podrán apreciarse en cuestión de días o meses. El conocimiento en los habitantes de la región florecerá y aumentará las ventajas competitivas de nuestros profesionales, para ofrecer su aporte a la sociedad mundial, ampliando su horizonte de oportunidades para realizarse tanto financiera, económica y espiritualmente.


Este acontecimiento plantea a la vez, un desafío mínimo a la comunidad científica nacional e internacional, para la investigación y desarrollo de metodologías y tecnología de bajo costo para el incremento de la productividad y el mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos en nuestro planeta y como esfuerzo pionero en Huehuetenango, también constituye un alto estímulo para otros profesionales graduados y en formación, generando una carrera por la invención e innovación tecnológica, haciendo acopio de los valiosos recursos electrónicos, de telecomunicaciones y ciencias de la computación, en una espiral de progreso para los pueblos de La Tierra.


Huehuetenango, hoy está perfilándose como una realidad, donde felizmente, nuestro Departamento se incorpora, con la incursión de uno de nuestros jóvenes ilustres huehuetecos, el Señor Quinciño de la Roca Cardona, cuyas capacidades unidas a la visión empresarial del Licenciado Jaime Luis López Méndez y al Instituto Técnico Agrícola de Malacatancito, ITAGRO, al concierto del desarrollo tecnológico mundial.


¡¡QUE VIVA DON QUINCIÑO DE LA ROCA!!
¡¡QUE VIVA LA UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE EXTENSIÓN HUEHUETENANGO!!
¡¡QUE VIVA LA GENTE DE HUEHUE!!
¡¡QUE VIVA HUEHUE!!
¡BUENA GRAN NOTICIA PARA LA HISTORIA DEL DEPARTAMENTO DE HUEHUETENANGO!


Edwin Rocael Cardona Ambrosio.
Huehuetenango, 4 de octubre de 2017.
(Día internacional de los animalitos. Día de San Francisco de Asís.)

miércoles, 1 de junio de 2016

Universidad de Occidente Huehuetenango y NASA.



UN EQUIPO DE ESTUDIANTES DE LAS CARRERAS DE INGENIERÍA EN ELECTRÓNICA Y TELECOMUNICACIONES DE UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE HUEHUETENANGO PARTICIPÓ EXITOSAMENTE  EN EL 5th ANNUAL SPACE APPS CHALLENGE (24 de Abril de 2016), ORGANIZADO POR NASA ( https://2016.spaceappschallenge.org/ ).
Aparecen en la fotografía de izquierda a derecha: José Mario Sontay, Quinciño de la Roca, Adolfo Hernández Saucedo, Carlos Gilberto Gómez, Hugo Manuel González, Moisés Ceto, Jorge Luis Sosa, Meiling Ericelda Esteban y Carlos David Pérez.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Primer Festival de Tecnología de Universidad de Occidente Extensión Huehuetenango. Incursión en nuevos sectores productivos de Huehuetenango hacia el mundo.


Jóvenes huehuetecos incursionan dentro del campo de la generación e innovación tecnológica en las áreas de electrónica, sistemas computacionales, telecomunicaciones e ingeniería empresarial, lo que marca el inicio de una nueva era en la diversificación de los sectores productivos y el progreso de la región noroccidental de Guatemala.

Centenares de personas visitaron los pasillos del lado norte del Parque Central de la ciudad para apreciar proyectos desarrollados por jóvenes huehuetecos, los cuales fueron motivo de admiración e interés, durante la realización del Primer Festival de Tecnología de la Universidad de Occidente Extensión Huehuetenango.

La Licenciada Jackeline Agustín, publicó un reportaje de la actividad, documentando este hecho histórico en la edición número 701, de fecha jueves 11 de diciembre de 2014 del periódico “Mi Región Huehue”, donde remarca que:


“Autoridades de la universidad dieron a conocer que el evento se constituirá en una tradición y se efectuará todos los años en el mismo lugar, durante noviembre.
Los estudiantes participantes manifestaron que la aceptación de la población los motiva a seguir investigando, aplicando y utilizando la tecnología más avanzada, tanto en materia de microcontroladores y microprocesadores electrónicos, como en innovación remota de dispositivos”.


Y es que no puede ser para menos, al observar proyectos de control electrónico de producción bajo condiciones de invernadero, control electrónico de incubadoras para granjas avícolas, dispositivos de control intercontinental de instalaciones eléctricas domiciliares mediante aplicaciones para computadoras y telefonía celular, dispositivos auxiliares para personas con limitaciones físicas, demostración experimental de fenómenos físicos las áreas de óptica y electromagnetismo, así como desarrollo e implementación de software administrativo, entre otros.


Lea la edición número 701 de "Mi Región Huehue en":

http://elquetzalteco.com.gt/ediciones-impresas-miregion-huehue/mi-region-huehue-701


Huehuetenango, 14 de diciembre de 2014.

viernes, 28 de noviembre de 2014

La fábula de las abejas, o cómo los vicios privados hacen la prosperidad pública. Bernard de Mandeville (1670-1733)



LA COLMENA REFUNFUÑONA

"Había una colmena que se parecía a una sociedad humana bien ordenada. No faltaban en ella ni los bribones, ni los malos médicos, ni los malos sacerdotes, ni los malos soldados, ni los malos ministros. Por descontado tenía una mala reina. Todos los días se cometían fraudes en esta colmena; y la justicia, llamada a reprimir la corrupción, era ella misma corruptible. En suma, cada profesión y cada estamento, estaban llenos de vicios. Pero la nación no era por ello menos próspera y fuerte. En efecto, los vicios de los particulares contribuían a la felicidad pública; y, de rechazo, la felicidad pública causaba el bienestar de los particulares. Pero se produjo un cambio en el espíritu de las abejas, que tuvieron la singular idea de no querer ya nada más que honradez y virtud. El amor exclusivo al bien se apoderó de los corazones, de donde se siguió muy pronto la ruina de toda la colmena. Como se eliminaron los excesos, desaparecieron las enfermedades y no se necesitaron más médicos. Como se acabaron las disputas, no hubo más procesos y, de esta forma, no se necesitaron ya abogados ni jueces. Las abejas, que se volvieron económicas y moderadas, no gastaron ya nada: no más lujos, no más arte, no más comercio. La desolación, en definitiva, fue general. La conclusión parece inequívoca: Dejad, pues, de quejaros: sólo los tontos se esfuerzan por hacer de un gran panal un panal honrado. Fraude, lujo y orgullo deben vivir, si queremos gozar de sus dulces beneficios".

LOS BRIBONES SE VUELVEN HONRADOS
(La redención de los bribones)

Un gran panal, atiborrado de abejas
que vivían con lujo y comodidad,
mas que gozaba fama por sus leyes
y numerosos enjambres precoces,
estaba considerado el gran vivero
de las ciencias y la industria.
No hubo abejas mejor gobernadas,
ni más veleidad ni menos contento:
no eran esclavas de la tiranía
ni las regía loca democracia,
sino reyes, que no se equivocaban,
pues su poder estaba circunscrito por leyes.
Estos insectos vivían como hombres,
y todos nuestros actos realizaban en pequeño;
hacían todo lo que se hace en la ciudad
y cuanto corresponde a la espada y a la toga,
aunque sus artificios, por ágil ligereza
de sus miembros diminutos, escapan a la vista humana.
Empero, no tenemos nosotros máquinas, trabajadores,
buques, castillos, armas, artesanos,
arte, ciencia, taller o instrumento
que no tuviesen ellas el equivalente;
a los cuales, pues su lenguaje es desconocido,
llamaremos igual que a los nuestros.
Como franquicia, entre otras cosas,
carecían de dados, pero tenían reyes,
y éstos tenían guardias; podemos, pues,
pensar con verdad que tuviera algún juego,
a menos que se pueda exhibir un regimiento
de soldados que no practique ninguno.
Grandes multitudes pululaban en el fructífero panal;
y esa gran cantidad les permitía medras,
empeñados por millones en satisfacerse
mutuamente la lujuria y vanidad,
y otros millones ocupábanse
en destruir sus manufacturas;
abastecían a medio mundo,
pero tenían más trabajo que trabajadores.
Algunos, con mucho almacenado y pocas penas,
lanzábanse a negocios de pingües ganancias,
y otros estaban condenados a la guadaña y al azadón,
y a todos esos oficios laboriosos
en los que miserables voluntariosos sudan cada día
agotando su energía y sus brazos para comer.

[A] Mientras otros se abocaban a misterios
a los que poca gente envía aprendices,
que no requieren más capital que el bronce
y pueden levantarse sin un céntimo,
como fulleros, parásitos, rufianes, jugadores,
rateros, falsificadores, curanderos, agoreros
y todos aquellos que, enemigos
del trabajo sincero, astutamente
se apropian del trabajo
del vecino incauto y bonachón.

[B] Bribones llamaban a éstos, mas salvo el mote,
los serios e industriosos eran lo mismo:
todo oficio y dignidad tiene su tramposo,
no existe profesión sin engaño.
Los abogados, cuyo arte se basa
en crear litigios y discordar los casos,
oponíanse a todo lo establecido para que los embaidores
tuvieran más trabajo con haciendas hipotecadas,
como si fuera ilegal que lo propio
sin mediar pleito pudiera disfrutarse.
Deliberadamente demoraban las audiencias,
para echar mano a los honorarios;
y por defender causas malvadas
hurgaban y registraban en las leyes
como los ladrones las tiendas y las casas,
buscando por dónde entrar mejor.

Los médicos valoraban la riqueza y la fama
más que la salud del paciente marchito
o su propia pericia; la mayoría,
en lugar de las reglas de su arte, estudiaban
graves actitudes pensativas y parsimoniosas,
para ganarse el favor del boticario
y la lisonja de parteras y sacerdotes, y de todos
cuantos asisten al nacimiento o el funeral,
siendo indulgentes con la tribu charlatana
y las prescripciones de las comadres,
con sonrisa afectada y un amable «¿Qué tal?»
para adular a toda la familia,
y la peor de todas las maldiciones,
aguantar la impertinencia de las enfermeras.
De los muchos sacerdotes de Júpiter
contratados para conseguir bendiciones de Arriba,
algunos eran leídos y elocuentes,
pero los había violentos e ignorantes por millares,
aunque pasaban el examen todos cuantos podían
enmascarar su pereza, lujuria, avaricia y orgullo,
por los que eran tan afamados, como los sastres
por sisar retazos, o ron los marineros;
algunos, entecos y andrajosos,
místicamente mendigaban pan,
significando una copiosa despensa,
aunque literalmente no recibían más;
y mientras estos santos ganapanes perecían de hambre,
los holgazanes a quienes servían
gozaban su comodidad, con todas las gracias
de la salud y la abundancia en sus rostros.
[C] Los soldados, que a batirse eran forzados,
sobreviviendo disfrutaban honores,
aunque otros, que evitaban la sangrienta pelea,
enseñaban los muñones de sus miembros amputados;
generales había, valerosos, que enfrentaban el enemigo,
y otros recibían sobornos para dejerle huir;
los que siempre al fragor se aventuraban
perdían, ora una pierna, ora un brazo,
hasta que, incapaces de seguir, les dejaban de lado
a vivir sólo a media ración,
mientras otros que nunca habían entrado en liza
se estaban en sus casas gozando doble mesada.
Servían a sus reyes, pero con villanía,
engañados por su propio ministerio;
muchos, esclavos de su propio bienestar,
salvábanse robando a la misma corona:
tenían pequeñas pensiones y las pasaban en grande,
aunque jactándose de su honradez.
Retorciendo el Derecho, llamaban
estipendios a sus pringosos gajes;
y cuando las gentes entendieron su jerga,
cambiaron aquel nombre por el de emolumentos,
reticentes de llamar a las cosas por su nombre
en todo cuanto tuviera que ver con sus ganancias;

[D] porque no había abeja que no quisiera
tener siempre más, no ya de lo que debía,
sino de lo que osaba dejar entender

[E] que pagaba por ello; como vuestros jugadores,
que aun jugando rectamente, nunca ostentan
lo que han ganado ante los perdedores.
¿Quién podrá recordar todas sus supercherías?
El propio material que por la calle vendían
como basura para abonar la tierra,
frecuentemente la veían los compradores
abultada con un cuartillo
de mortero y piedras inservibles;
aunque poco podía quejarse el tramposo
que, a su vez, vendía gato por liebre.
Y la misma Justicia, célebre por su equidad,
aunque ciega, no carecía de tacto;
su mano izquierda, que debía sostener la balanza,
a menudo la dejaba caer, sobornada con oro;
y aunque parecía imparcial
tratándose de castigos corporales,
fingía seguir su curso regular
en los asesinatos y crímenes de sangre;
pero a algunos, primero expuestos a mofa por embaucadores,
los ahorcaban luego con cáñamo de su propia fábrica;
creíase, empero, que su espada
sólo ponía coto a desesperados y pobres
que, delincuentes por necesidad,
eran luego colgados en el árbol de los infelices
por crímenes que no merecían tal destino,
salvo por la seguridad de los grandes y los ricos.
Así pues, cada parte estaba llena de vicios,
pero todo el conjunto era un Paraíso;
adulados en la paz, temidos en la guerra,
eran estimados por los extranjeros
y disipaban en su vida y riqueza
el equilibrio de los demás panales.
Tales eran las bendiciones de aquel Estado:
sus pecados colaboraban para hacerle grande;

[F] y la virtud, que en la política
había aprendido mil astucias,
por la feliz influencia de ésta
hizo migas con el vicio; y desde entonces

[G] aun el peor de la multitud,
algo hacía por el bien común.
Así era el arte del Estado, que mantenía
el todo, del cual cada parte se quejaba;
esto, como en música la armonía,
en general hacía concordar las disonancias;
[H] partes directamente opuestas
se ayudaban, como si fuera por despecho,
y la templanza y la sobriedad
servían a la beodez y la gula.
[I] La raíz de los males, la avaricia,
vicio maldito, perverso y pernicioso,
era esclava de la prodigalidad,

[K] ese noble pecado;

[L] mientras que el lujo
daba trabajo a un millón de pobres

[M] y el odioso orgullo a un millón más;

[N] la misma envidia, y la vanidad,
eran ministros de la industria;
sus amadas, tontería y vanidad,
en el comer, el vestir y el mobiliario,
hicieron de ese vicio extraño y ridículo
la rueda misma que movía al comercio.
sus ropas y sus leyes eran por igual
objeto de mutabilidad;
porque lo que alguna vez estaba bien,
en medio año se convertía en delito;
sin embargo, al paso que mudaban sus leyes
siempre buscando y corrigiendo imperfecciones,
con la inconstancia remediaban
faltas que no previó prudencia alguna.
Así el vicio nutría al ingenio,
el cual, unido al tiempo y la industria,
traía consigo las conveniencias de la vida,

[O] los verdaderos placeres, comodidad, holgura,

[P] en tal medida, que los mismos pobres
vivían mejor que antes los ricos,
y nada más podría añadirse.
¡Cuán vana es la felicidad de los mortales!
si hubiesen sabido los límites de la bienaventuranza
y que aquí abajo, la perfección
es más de lo que los dioses pueden otorgar,
los murmurantes bichos se habrían contentado
con sus ministros y su gobierno;
pero, no: a cada malandanza,
cual criaturas perdidas sin remedio,
maldecían sus políticos, ejércitos y flotas,
al grito de «¡Mueran los bribones!»,
y aunque sabedores de sus propios timos,
despiadadamente no les toleraban en los demás.
Uno, que obtuvo acopios principescos
burlando al amo, al rey y al pobre,
osaba gritar: «¡Húndase la tierra
por sus muchos pecados!»; y, ¿quién creeréis
que fuera el bribón sermoneador?
Un guantero que daba borrego por cabritilla.
Nada se hacía fuera de lugar
ni que interfiriera los negocios públicos;
pero todos los tunantes exclamaban descarados:
«¡Dios mío, si tuviésemos un poco de honradez!»
Mercurio sonreía ante tal impudicia,
a la que otros llamarían falta de sensatez,
de vilipendiar siempre lo que les gustaba;
pero Júpiter, movido de indignación,
al fin airado prometió liberar por completo
del fraude al aullante panal; y así lo hizo.
Y en ese mismo momento el fraude se aleja,
y todos los corazones se colman de honradez;
allí ven muy patentes, como en el Arbol de la Ciencia,
todos los delitos que se avergüenzan de mirar,
y que ahora se confiesan en silencio,
ruborizándose de su fealdad,
cual niños que quisieran esconder sus yerros
y su color traicionara sus pensamientos,
imaginando, cuando se les mira,
que los demás ven lo que ellos hicieron.
Pero. ¡Oh, dioses, qué consternación!
¡Cuán grande y súbito ha sido el cambio!
En media hora, en toda la Nación,
la carne ha bajado un penique la libra.
Yace abatida la máscara de la hipocresía,
la del estadista y la del payaso;
y algunos, que eran conocidos por atuendos prestados,
se veían muy extraños con los propios.
Los tribunales quedaron ya aquel día en silencio,
porque ya muy a gusto pagaban los deudores,
aun lo que sus acreedores habían olvidado,
y éstos absolvían a quienes no tenían.
Quienes no tenían razón, enmudecieron,
cesando enojosos pleitos remendados;
con lo cual, nada pudo medrar menos
que los abogados en un panal honrado;
todos, menos quienes habían ganado lo bastante,
con sus cuernos de tinta colgados se largaron.
La Justicia ahorcó a algunos y liberó a otros;
y, tras enviarlos a la cárcel,
no siendo ya más requerida su presencia,
con su séquito y pompa se marchó.
Abrían el séquito los herreros con cerrojos y rejas,
grillos y puertas con planchas de hierro;
luego los carceleros, torneros y guardianes;
delante de la diosa, a cierta distancia,
su fiel ministro principal,
don Verdugo, el gran consumador de la Ley,
no portaba ya su imaginaria espada,
sino sus propias herramientos, el hacha y la cuerda;
después, en una nube, el hada encapuchada,
La Justicia misma, volando por los aires;
en torno de su carro y detrás de él,
iban sargentos, corchetes de todas clases,
alguaciles de vara, y los oficiales todos
que exprimen lágrimas para ganarse la vida.
Aunque la medicina vive mientras haya enfermos,
nadie recetaba más que las abejas con aptitudes,
tan abundantes en todo el panal,
que ninguna de ellas necesitaba viajar;
dejando de lado vanas controversias, se esforzaban
por librar de sufrimientos a sus pacientes,
descartando las drogas de países granujas
para usar sólo sus propios productos,
pues sabían que los dioses no mandan enfermedades
a naciones que carecen de remedios.
Despertando de su pereza, el clero
no pasaba ya su carga a abejas jornaleras,
sino que se abastecía a sí mismo, exento de vicios,
para hacer sacrificios y ruegos a los dioses.
Todos los ineptos, o quienes sabían
que sus servicios no eran indispensables, se marcharon;
no había ya ocupación para tantos
(si los honrados alguna vez los habían necesitado)
y sólo algunos quedaron junto al Sumo Sacerdote
a quien los demás rendían obediencia;
y él mismo, ocupado en tareas piadosas,
abandonó sus demás negocios en el Estado.
No echaba a los hambrientos de su puerta
ni pellizcaba del jornal de los pobres,
sino que al famélico alimentaba en su casa,
en la que el jornalero encontraba pan abundante
y cama y sustento el peregrino.


De este modo, al perder sus vicios, pierde la colmena su grandeza. 
Y ahora viene LA MORALEJA:

Dejad, pues de quejaros: solo los tontos se esfuerzan
por hacer de un gran panal un panal honrado
Querer gozar de los beneficios del mundo
y ser famosos en la guerra, y vivir con holgura,
sin grandes vicios, es vana
utopía en el cerebro asentada.
Fraude, lujo y orgullo deben vivir
mientras disfrutemos de sus beneficios:
el hambre es, sin duda, una plaga terrible,
pero, sin ella, ¿quién medra o se alimenta?
¿Acaso no debemos la abundancia del vino
a la mezquina vid, seca y retorcida?
La cual, mientras olvida sus sarmientos,
ahoga a otras plantas y se hace madera,
pero nos bendice con sus frutos
apenas es podada y atendida:
igualmente es benéfico el vicio
cuando la Justicia lo poda y limita;
y, más aún, cuando un pueblo aspira a la grandeza,
tan necesario es para el Estado
como es el hambre para comer;
la virtud sola no puede hacer que vivan las Naciones
esplendorosamente; las que revivir quisieran
la Edad de Oro, han de liberarse
de la honradez como de las bellotas.
Recopilación de fragmentos.
Edwin Rocael Cardona Ambrosio.
Huehuetenango, Guatemala. 28 de noviembre de 2014.

jueves, 9 de mayo de 2013

Quién es el Doctor Ángel Roncero Marcos



Ángel Roncero Marcos, sacerdote salesiano, nació en la región de Extremadura, España en 1931 y es nacionalizado guatemalteco.

Doctorado en Teología Ecuménica por la Universidad Pontificia Salesiana de Turín (Italia), en 1964 llega a Guatemala y en dos épocas distintas desarrolla por 25 años su actividad docente y administrativa en el Instituto Teológico Salesiano de Guatemala.  Es licenciado en Filosofía y Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco Marroquín.  De 1977 a 1979 estudió Biblia y Arqueología Bíblica en la Ecole Biblique de Jerusalén e impartió cátedras de Teología en el Instituto Teológico Salesiano de Belén (Israel).

Regresando a Guatemala en 1979, fundó con la Universidad Francisco Marroquín las carreras de Pedagogía, Ciencias de la Comunicación Social e Historia Civil.  En 1981 funda las extensiones de la Universidad Francisco Marroquín en El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica con la carrera de Teología para religiosos, laicos y religiosas.

En 1983 funda en San Salvador la Universidad Don Bosco.

En Agosto de 1988 fundó en San Salvador la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas  (ESEADE), afiliada a la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala.

De 1988 a 1993 estudia en Roma Ciencias Bíblicas y lenguas semíticas (entre las que se incluye el árabe y el hebreo) y obtiene el título de Licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico.

En 1994, inicia la extensión de la Universidad Francisco Marroquín en Quetzaltenango (Guatemala) y funda varios colegios como semilleros de estudiantes para la misma Universidad.

Es miembro del Comité de Fiduciarios de la Universidad Francisco Marroquín,  y fundador  en la misma de la Facultad de Teología, siendo su primer decano.

Además de su aporte intelectual, de su apostolado sacerdotal y de su obra social, especialmente en Guatemala, ha contribuido en la creación de la Sociedad Bíblica Católica Nacional, la Academia Arquidiocesana de Catequesis así como también la creación de la Parroquia Universitaria.

Es editor de las Colecciones de Historia, Biblia, Liturgia y Teología Pastoral. Es fundador de la revista Estudios Teológicos y socio de la Cámara Guatemalteca de Periodismo, miembro de la Academia de la Libertad de la Fundación Atlas 1853.

Ha publicado en diversos periódicos de El Salvador y Guatemala, numerosos artículos de temas religiosos y socioeconómicos y es autor de los siguientes libros: “El Episcopado, problema crucial del Ecumenismo”, “Unidad y Episcopado en el Anglicanismo”, “Unidad y Episcopado en el Luteranismo”, “Unidad y Episcopado en la Iglesia Unida de Sur India”, “La Salvezza nella religione di Íside ed Osíride”, “Introducción a la Cristología”, “Marxismo y Cristianismo”, “Economía Política y Filosofía Social”, “Historia y Filosofía de la Sociedad Libre”, “Periodismo Socioeconómico”.

Es fundador de la Universidad Mesoamericana y de la Universidad de Occidente, de la cual es su “Rector Emeritus”, mentor de su Extensión en Huehuetenango, la cual visita el 9 de mayo de 2013.

Edwin Rocael Cardona Ambrosio.
Huehuetenango, 9 de mayo de 2013.

martes, 12 de marzo de 2013

Filosofía, Misión y Visión de la Universidad de Occidente

FILOSOFÍA
La Universidad de Occidente basa su filosofía en el respeto y observancia de los derechos a la vida, libertad y propiedad del individuo o persona humana. Tales derechos no son absolutos, sino que éstos terminan donde empiezan los derechos de los demás.

La razón y la experiencia demuestran que estos principios son el mejor medio que tienen los pueblos para salir de la pobreza en poco tiempo y para que puedan seguir progresando aquellos que ya son ricos.

Esta es la línea filosófica que guía la formación de todos los alumnos de la Universidad de Occidente, para que además de llegar a ser profesionales y empresarios competentes, honestos y exitosos, conozcan cuál debe ser el marco legal que amplía su libertad y asegura el respeto a su vida y propiedad.

El estudio profundo de las relaciones entre la razón humana y la fe bíblica, son la base que permite alcanzar esta visionaria meta. Su conquista es compromiso de las autoridades de la Universidad de Occidente. Vea más del ideario de la universidad en el discurso inaugural del Rector.

Le invitamos a ser parte de esta Universidad.

MISIÓN
La enseñanza y difusión de los principios éticos, jurídicos, económicos y bíblicos de una sociedad de personas libres y responsables.

VISIÓN

Llegar a ser, con excelencia académica,la mejor Universidad en la enseñanza y difusión de la Filosofía de la Libertad con la línea de la Escuela Austríaca de Economía y contribuir así al progreso espiritual y material de la persona humana.

OBJETIVO ACADÉMICO

Contribuir con la educación, haciendo que los estudiantes aprendan a buscar su propio perfeccionamiento y desarrollen sus habilidades y potencial intelectual mediante un currículo adecuado, que cumpla con sus necesidades y misión de la Universidad. La educación es un proceso que dura toda la vida y nuestro compromiso es brindar al alumno la formación profesional y humanística que cultive el uso de la razón, fomente su capacidad de observar, abstraer, deducir, argumentar lógicamente y contribuir con la generación de riqueza.

UNA UNIVERSIDAD CON LARGA TRADICION FILOSÓFICA

La Universidad de Occidente enseña y difunde la Filosofía de la Libertad en todos los campos de la vida humana. Ésta remonta sus origenes a la llamada Civilización Occidental, cuyo eje es Jerusalén, Atenas y Roma. Sigue en la escolástica medieval, el Renacimiento Italiano, en la Escuela de Salamanca del Siglo XVI, en la Escuela Escocesa y Angloamericana, hasta culminar en los siglos XIX y XX en la Escuela Austríaca en la que destacan Carl Menger, Ludwig von Mises, Friedrich von Hayek, Manuel Ayau, Joseph Keckeissen y Angel Roncero, nuestros mentores.

El discurso inaugural del Rector de la Universidad, Ing. Emilio Conde Goicolea, revela algunos elementos importantes del ideario. Lea más...

"IN LIBERTATE PROGRESSIO"
Donde hay libertad hay progreso